Darío Franco, y Fernando Redondo, entre otros, que se mezclaron con algunos de experiencia que continuaban de la era Bilardo, como Oscar Ruggeri, Sergio Goycochea, José Basualdo, y Claudio Caniggia, con los que Argentina mostró un juego vistoso y contundente. El entrenador comenzó su mandato convencido de que la nueva era llegaría con una renovación generacional del plantel, por lo que en su mayoría llamó a futbolistas que estaban jugando en Primera División en lugar de jugadores del extranjero, al menos por primera vez.