El juego se convirtió en deporte nacional británico, y a principios del siglo XIX dio origen al rugby. Los romanos, en época del imperio, llevaron a Britania este juego, donde se practicaba una especie de fútbol nativo. Durante una época de la Edad Media, el fútbol fue prohibido por ser violento. También en la Edad Media hubo muchos caballeros obsesionados por los juegos con pelota, entre ellos Ricardo Corazón de León, quien llegó a proponer al caudillo musulmán Saladino, que dirimieran sus cuestiones sobre la propiedad de Jerusalem con un partido de pelota.