Tras la Copa América realizada en Chile (Torneo en el que Chile sería campeón por primera vez en su historia), el volante ficharía por el Al-Wahda cerrando un ciclo en Palmeiras donde jugó 241 partidos, marcando 41 goles y dando 52 pases, logrando conquistar 4 títulos resumidos en una Serie B, dos Copa de Brasil y un Torneo Paulista, convirtiéndose además en uno de los máximos ídolos en la historia de Palmeiras.